EL PARO Y LA RECUPERACION
El
paro es sin duda la lacra que atenta contra uno de los derechos fundamentales
de las personas: el acceso a un puesto de trabajo digno y justamente remunerado
que los permita mantener una posición económica aceptable, para satisfacer sus
necesidades tanto materiales como de realización personal.
Los
factores que han motivado se llegue al actual estado de zozobra, son de
distinta índole tanto interna como externa.
Resulta curioso, como derechas e
izquierdas se acusen mutuamente de ser los responsables del hecho, en un
ejercicio de cinismo sin límites, porque a los millones de parados lo que
verdaderamente les interesa saber, no es quien los ha metido en el agujero,
sino quien les va a sacar del mismo.
La
ecuación es sencilla: los causantes de todo lo que está pasando están
sobradamente identificados. Todo comenzó cuando el gobierno socialista de
Zapatero, por motivos electorales, negó la existencia de la crisis y no tomó
las medidas correctoras necesarias para atajarla desde su inicio. Por otro lado,
la ineficacia y cobardía del PP, cuyo líder, el Sr. Rajoy, se limitó a
reconocer la circunstancia, al mismo tiempo que ofrecía medidas para acabar con
ella, en cuanto accediera al gobierno. Pues bien, Mariano Rajoy, pasará a la
historia de España, como el gobernante que más ha incumplido las promesas
electorales. Su salida de la poltrona, se fija en las próximas elecciones.
Desde
que Solchaga soltara la lapidaria frase:” España es la nación donde más dinero
se puede ganar en menos espacio tiempo”,
resultó ser el pistoletazo de salida para la corrupción y el pelotazo.
Lo que se le olvidó decir al ministro socialista, es que para conseguir esto,
era condición sine quanon, pertenecer al reducido club de los políticos y sus
allegados. Por supuesto el ser de derechas o izquierdas, era lo de menos.
Dicho
esto, lo que no tengo tan claro es quien está capacitado con actitudes y
aptitudes suficientes para acometer la ardua tarea de sacar la nación a flote.
Temiéndome muy mucho que la desesperanza del pueblo les lleve a votar a los
comunistas y estos, en compañía de los separatistas convertirían España en una
nueva República Socialista parecida a las felizmente desaparecidas de Europa
del Este.
Sirva
como aval de referencia de lo expuesto, el análisis a primera vista de los
datos del paro. La escalofriante cifra de más de cinco millones de
desempleados, que si por sí sola causa vértigo, preocupa más si comprobamos el
porcentaje correspondiente a mayores de 45 años, condenados a la eutanasia
laboral y el de jóvenes que desean encontrar su primer puesto de trabajo. Hecho
que comporta que se esté poniendo en juego, el presente y el futuro laboral de
los españoles. A lo que hay que añadir, la inseguridad de los ocupados, que a
causa de los contratos basura, entienden que su actividad laboral pende de un
hilo.
Entretanto
el sistema capitalista, permite a empresarios sin escrúpulos utilizar la crisis
para ofertar puestos de trabajo a
condición de pagar un salario inferior al estipulado por ley. Aclarándole al
trabajador contratado, que cualquier reclamación al respecto daría con sus
huesos en la calle y que se de por satisfecho de ser elegido entre el
innumerable número de aspirantes al empleo. Hecho que se agrava si se trata de
personas sin papeles.
El
panorama es peliagudo. La construcción no volverá a ser el motor de la economía
en bastantes años. Las grandes empresas del sector industrial, optan por la deslocalización
debido al alto coste salarial. Y el área servicios está en manos del turismo,
que veremos si aprovecha los conflictos bélicos de otros países para hacerse
con el mercado del sector. Esmerándose en mantener una buena relación calidad
precio.
A
grandes males, grandes remedios. La mayoría de los españoles son conscientes
–cada vez mas- que el actual sistema nos conduce a la bancarrota. Para reiniciar un camino distinto al que
llevamos, no basta con un cambio de gobierno, sino con un cambio radical que
transforme y haga mas justa nuestra sociedad
Eliminar
lo superfluo: (Autonomías, televisiones públicas, subvenciones a sindicatos y
partidos políticos etc. Etc. Y por supuesto sentar en el banquillo a todos los
que se hayan apropiado indebidamente de dinero público y obligarlos a devolver
lo robado y el que no lo haga, a la cárcel sin mas.
Crear
lo necesario: Adquirir las viviendas sin habitar y ofrecérselas a los jóvenes
en régimen de alquiler por tiempo indefinido. Utilizar el ICO, como banco
estatal que facilite los medios crediticios a la pequeña y mediana empresa y autónomos.
Dotar a colegios y universidades de los medios técnicos y humanos necesarios
para que puedan cumplir con su labor educativa y formen mediante el esfuerzo y
el estudio, a las próximas generaciones, anulando su papel actual de
expendedores de títulos, que no sirve para nada. Convencer a la juventud de su
papel de liderazgo en el futuro, dentro de una nueva sociedad basada en la
libertad, la dignidad y la integridad de las personas.
Me
consta que la empresa de regeneración de
la sociedad es complicada. Los malos hábitos adquiridos durante tanto tiempo,
difíciles de erradicar. El ataque continuado contra la religión, la familia y
la esencia de España, son prácticas habituales de un pueblo que ya no cree en
nada, porque ha perdido su razón de ser.
Hacer
que el pueblo reinicie su caminar en pos de un destino común libre y solidario,
es obligación de los que pensamos que hay que devolver a España su orgullo de
nación formada y enriquecida por la diversidad de las lenguas usos y costumbres
de sus gentes; sin más recompensa que la
satisfacción por el deber cumplido y el orgullo de haber sido útil a la
sociedad.